Nadie está libre de haberse quejado alguna vez de su jefe y parece que una de las principales causas para dejar el trabajo es la mala relación con él ¡El 61% de las personas que dejan su trabajo es por este motivo!

A continuación, te contamos algunos consejos para que dejes de ser jefe y te conviertas en el líder que tu equipo necesita:

1. Comparte información. Hacer que los empleados estén al tanto de lo que sucede en la empresa no es una pérdida de tiempo, sino que los ayudarás a hacer mejor su trabajo, porque compartirán tu visión.

2. Cuida las nuevas incorporaciones. Debes elegir con cuidado a las personas que van a formar parte de tu empresa. Preocúpate por su adaptación y participación con sus compañeros, haz un seguimiento personalizado de su evolución.

3. Celebra las victorias. Implanta este hábito entre tu equipo, reconocer los logros, las pequeñas y grandes victorias ¿A quién no le gusta que le digan que hace bien su trabajo? Mejorarás el clima laboral y las personas sentirán que lo que están haciendo es importante para la compañía.

4. Sé empático. El jefe debe ponerse en la piel de sus empleados y comprender su punto de vista, saber que a un trabajador no debemos medirlo por sus capacidades y resultados, que hay más factores a tener en cuenta. No te muestres inalcanzable porque solo conseguirás crear una barrera con tu equipo.

5. No seas el único líder. Un líder digno de este nombre tiene que inspirar, entrenar y crear nuevos líderes. Ocurrirá sin que te des cuenta, siempre que estés dando lo mejor de ti en el trabajo y en las relaciones con los trabajadores. Rodéate de buenos líderes para alcanzar el éxito que esperas.

6. Respeta el tiempo de los empleados. Un buen líder comprende el valor del tiempo. Hazles saber lo importante que es su tiempo para ti, por ejemplo, no llegues tarde a las reuniones, avisa con tiempo si tienes que cancelar alguna reunión, sé productivo yendo al grano en el tema a tratar.

7. Asume responsabilidades. Cuando algo sale mal, tienes que tener la capacidad para asumir responsabilidades y buscar una solución. Ser líder también requiere un control sobre el trabajo de tu equipo y, en consecuencia, una participación directa en cualquier elección incorrecta.

8. Di gracias. Es una palabra muy sencilla pero que a veces cuesta decirla. Felicita cada logro, cada tarea bien hecha, que tu equipo sepa que estás agradecido por el buen trabajo que están haciendo. Los líderes que comprenden esto logran establecer una relación diferente con sus empleados, quienes, en muchos casos, ponen gran parte de sí mismos en lo que hacen.

9. Sé flexible. Los empleados tienen vidas más allá del trabajo, esto no es ningún misterio. Está en tu mano hacerles saber que para ti es importe que estén bien una vez que salen de la oficina. Implanta programas de conciliación y flexibilidad laboral, para que tu equipo pueda compaginar todos los aspectos que forman parte de su vida.

10. Ten una comunicación clara. Al final, todo se basa en cómo transmites tu mensaje a las personas que trabajan contigo. Sé claro, conciso, interésate por saber que te has explicado bien y que todos estáis alineados, que todo el mundo ha entendido de la misma manera el mensaje.

 

Fuente: startupitalia.eu

Imagen destacada: stocksnap.io/JordanWhitt

No respondido aún

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.