La mentalidad exponencial se centra en la idea de añadir un gran valor al trabajo que realizamos. Durante mucho tiempo nos hemos movido con una mentalidad incremental, que tiene como objetivo hacer algo mejor, mientras que la mentalidad exponencial apuesta por la idea de hacer algo diferente.

Este tipo de mentalidad está ganando peso especialmente a la hora de plantear los nuevos modelos de negocios digitales, donde sus modelos usan los efectos de red para crear lo que Ray Kurzweil denomina rendimientos acelerados de escala. Sin una mentalidad exponencial empresas como Google, Facebook o Airbnb no serían grandes ejemplos de innovación y progreso.

A continuación, te explicamos las tres fases que encontramos cuando comenzamos a trabajar con una mentalidad exponencial:

1 . Primera fase: Visión e incertidumbre. En la mentalidad exponencial somos más ambiciosos con nuestra visión y tenemos que asumir que la incertidumbre es consustancial. Partimos de que para crecer exponencialmente no puedes pensar en una gráfica con en una línea recta desde donde estamos hacia donde queremos ir. Sino más bien en una curva que impide ver alrededor de la esquina, pero con la excepción de que la curva sube.

2 . Segunda fase: Valor y perseverancia. Esta es quizá la fase que más nos cuesta, cuando la línea de la curva empieza a doblarse, todo se ralentiza y nos impacientamos por los resultados. Estamos acostumbrados a medir nuestro progreso de forma lineal: si ha pasado el 20% del tiempo creemos que deberíamos haber recorrido el 20% del camino. En la mentalidad exponencial no es así, por eso necesitamos valor y perseverancia para seguir nuestra visión y objetivos.

3 . Tercera fase: dinamismo y control. En este momento ya somos conscientes de nuestro crecimiento, pero en ocasiones está ocurriendo a demasiada velocidad y tendemos a poner las cosas bajo un exceso de control. Debemos aplicar una mentalidad exponencial en la forma de administrar y aplicar nuestros recursos, recordemos que no estamos en una línea recta, a veces los equipos empiezan a emplear más recursos en proporción a nuestro crecimiento. Sin embargo, el objetivo es ser dinámicos, conseguir que con una acción adicional y con valor poder crear un beneficio diez veces mayor.

El uso de este sistema en nuestra estrategia y toma de decisiones nos lleva a conseguir solidez y empoderamiento.

¿Estás preparado para cambiar tu mentalidad y crear valor?


Fuente: www.hbr.es

Imagen: www.unsplash.com

No respondido aún

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.