En el anterior post acerca del funcionamiento de los equipos de trabajo definimos el método de la organización de los equipos de trabajo, siguiendo la teoría de los nueve roles de Meredith Belbin. La cual afirmaba que cuanto más variabilidad de roles haya, más rico y eficiente será un equipo de trabajo.

También se da el listado de las diferentes fortalezas y debilidades de los nueve roles. Según sus características, hay muchos de los roles que llegan a chocar al momento que actúan en la organización. Por ello es necesario gestionarlos de manera correcta para que operen y se coordinen entre ellos. De esta forma se conseguirá que los roles se conviertan en complementarios y no en polos opuestos, por lo que trabajarán uno al lado del otro.

Pero dentro de entornos dinámicos de trabajo, ¿qué ocurre con los equipos de trabajo compuestos por tres personalidades?

Éstos deberán de ser potentes en el desarrollo de los tres roles que conforman cada área. Siendo necesario que cada persona integrante se especialice y sea potente en una de ellas.

Tras todo lo comentado anteriormente, a numerosos directores tanto de RRHH cómo de otras áreas de la organización, se preguntarán ¿cómo pueden detectar estos roles dentro del equipo de trabajo con el que cuentan?:

Observación directa del equipo

A través del análisis de sus integrantes, observar qué conductas, preferencias, habilidades, tareas que se les dan mejor y las que se les dan peor. Es evidente que en el caso de roles muy específicos, se manifiestan muy claro y abiertamente, pero a veces su análisis es muy difícil y complican el proceso de realizar la observación, no siendo una herramienta 100% fiable. Debido a que se puede ver el rol preferente que contiene la persona, pero no el resto o complementarios. Los cuales también son importantes a considerar.

Los integrantes del equipo actúan como observadores

No cabe duda que los compañeros con los que se trabaja son los que más tiempo y contacto mantienen con el integrante que se evalúa. Por esta razón, preguntarles abiertamente acerca de las diferentes personalidades y habilidades que han observado que tienen sus compañeros, ayuda a clarificar los roles. Tampoco es una herramienta totalmente fiable, más bien complementaria del resto.

Metodología de la mirada apreciativa

Ésta consiste en realizar una charla o entrevista grupal o individual con todos los integrantes. A través de ella se observa las motivaciones, intereses e inquietudes de cada uno de ellos, ayudándonos a saber cuál es el rol que predomina en cada uno de ellos.

Test de Belbin

La realización del cuestionario es obligatorio, debido a que es el método más fiable para detectar los roles específicos y complementarios que tiene cada integrante.

En estos momentos de continua incertidumbre y situación económica – empresarial provocada por el COVID, aplicar la teoría de los roles en la gestión de equipos es fundamental para poder superar con éxito el gran reto que propone.

El rol coordinador será el responsable en ayudar al equipo a organizarse, definir lo que hay que hacer, ahorrar tiempo y dirigirse hacia el escenario al que han enfocado su misión. El cerebro aportará nuevas ideas y distintas formas de realizar el trabajo, aunque no todas serán válidas. Por ello la figura del rol de evaluador es fundamental para analizar cuáles de ellas son viables de acuerdo a la situación actual. El investigador de recursos será aquel que ayudará a buscar nuevos escenarios para actuar, nuevos clientes y contactos para reforzar y llevar a cabo las ideas que el cerebro ha pensado y el evaluador ha analizado. El especialista con sus conocimientos técnicos, será la figura encargada a analizar qué oportunidad es la más adecuada y el proceso que se ha de seguir. El implementador es quién pondrá en marcha y llevará a cabo las ideas. El impulsor ayudará a animar a todo el equipo a seguir adelante cada vez que se tenga alguna dificultad en la consecución de objetivos. Asimismo, el cohesionador es quién traerá la calma y el sentido común en situaciones torcidas y momentos difíciles. Igualmente, es el finalizador quién retroalimentará y vigilará todo el proceso para constatar que todo se está realizando correctamente según lo previsto y planificado.

En un equipo de trabajo todos los roles son importantes en la consecución de los objetivos y estrategias empresariales. Siendo las personas las que componen el equipo, el verdadero valor añadido de la empresa y las que permiten hacer grandes y eficientes proyectos. Como bien indica Belbin, nada es perfecto pero con un buen equipo puede serlo.

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